El aumento de perros y gatos callejeros en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali no solo representa un problema de bienestar animal, sino que también tiene implicaciones en la salud pública.
En Colombia, aunque el abandono y maltrato animal son delitos según la Ley 1774 de 2016, la falta de aplicación efectiva permite que miles de perros y gatos sean abandonados cada año sin consecuencias para los responsables.
Para controlar la sobrepoblación de perros y gatos en zonas rurales, el Ministerio de Ambiente lanzó una campaña de esterilización masiva junto a fundaciones de protección animal.