Más de 36.000 siniestros registrados en 2024 estuvieron relacionados con fauna silvestre y doméstica. Jabalíes, corzos y perros lideran las estadísticas.
Un reciente informe presentado por la Dirección General de Tráfico (DGT) en España reveló que uno de cada tres accidentes en vías interurbanas durante 2024 tuvo como factor común la presencia de animales en la carretera. En total, se contabilizaron 36.087 incidentes, la mayoría sin consecuencias graves, aunque se registraron ocho fallecidos y 58 personas hospitalizadas.
El estudio, elaborado en colaboración con la Asociación Española de la Carretera, subraya que el 86% de los casos involucraron fauna silvestre, especialmente jabalíes (42%), corzos (32%) y, en menor medida, perros (8%). En la mayoría de los casos, el impacto directo con el animal fue inevitable, mientras que en un 1% los siniestros fueron consecuencia de maniobras evasivas del conductor.
Las carreteras convencionales, con un solo carril por sentido, concentraron el mayor número de casos, al carecer de medidas de protección similares a las de autovías o autopistas. Por regiones, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha fueron las comunidades más afectadas, y los picos de accidentes se registraron durante el otoño e invierno.
Durante la presentación del informe, el director de la DGT, Pere Navarro, insistió en que la seguridad vial debe considerar el impacto ambiental: “No se puede avanzar hacia un sistema vial seguro y sostenible sin tener en cuenta la biodiversidad y cómo interactúa con la infraestructura”.
Tramos críticos y nuevas tecnologías
Actualmente, la red vial española cuenta con 150 tramos identificados como de alta incidencia de accidentes con animales, conocidos como Tefiva. Estos puntos, que suman 250 kilómetros, han sido señalizados por el Ministerio de Transportes. Aunque representan solo el 0,8% de toda la red, concentran el 21% de los accidentes con víctimas en los que hubo presencia de fauna.
La subdirectora general de Conservación y Gestión de Activos del Ministerio, Paula Pérez, anunció que se están desplegando tecnologías preventivas, incluyendo sensores, señalización LED, y barreras que emiten feromonas o haces de luz para ahuyentar a los animales. Además, se estudia la implementación de pasos verdes o “ecoductos”, para permitir el tránsito seguro de fauna por encima o debajo de las vías.
Hacia una movilidad más informada
En paralelo, la DGT desarrolla una prueba piloto para integrar estos tramos de riesgo en su plataforma digital DGT 3.0, de forma que los conductores puedan recibir alertas en tiempo real en sus navegadores sobre la presencia de animales.
El jefe provincial de Tráfico de Cantabria, José Miguel Tolosa, explicó que esta medida busca anticipar el riesgo con apoyo de la tecnología: “Queremos transformar la forma en que se informa al conductor para que pueda actuar con previsión, especialmente en zonas donde el peligro es recurrente”.
Coordinación y diagnóstico como pilares
Finalmente, la responsable del informe y representante de la Asociación Española de la Carretera, Elena de la Peña, destacó que para abordar el problema con eficacia es necesario realizar diagnósticos periódicos, identificar las especies más implicadas, y coordinar acciones entre los sectores vial, ambiental, asegurador y científico. También propuso extender esta colaboración a Francia y Portugal, dada la naturaleza transfronteriza del fenómeno.