Para muchos dueños de gatos, las noches tranquilas suelen verse interrumpidas por una escena ya familiar: su gato comienza a moverse, maullar o incluso saltar sobre la cama en plena madrugada. Aunque puede parecer un comportamiento molesto, esta conducta tiene explicaciones tanto naturales como conductuales.
Un comportamiento heredado de sus ancestros
Los gatos domésticos conservan rasgos de sus antepasados salvajes, entre ellos su ritmo de actividad. Estos animales son crepusculares, es decir, suelen estar más activos durante las primeras horas del día y al anochecer. Esta característica está ligada a su instinto de caza, pues sus presas habituales —como roedores— están más activas en esos momentos. Por eso, incluso viviendo en casa, los gatos pueden seguir despertando muy temprano.
El reloj biológico y el hambre
Otra razón frecuente por la que los gatos despiertan a sus dueños a horas poco convenientes es el hambre. Si están acostumbrados a recibir alimento a primera hora, su cuerpo se ajusta a esa rutina. Y a diferencia de los humanos, no hacen distinción entre lunes o domingo: su reloj interno sigue funcionando con precisión.
¿Y si solo quiere atención?
No siempre se trata de instinto o comida. A veces, los gatos buscan afecto o entretenimiento. Aquellos que pasan solos la mayor parte del día pueden ver en la madrugada una oportunidad para interactuar. Aunque el dueño se moleste, cualquier tipo de respuesta —incluso negativa— puede reforzar el comportamiento, ya que el gato obtiene lo que buscaba: una reacción.
Posibles señales de alerta
En gatos mayores o enfermos, este cambio de comportamiento también puede estar asociado a problemas de salud. Condiciones como hipertiroidismo, presión alta o dolores articulares pueden alterar sus patrones de sueño. Si un gato comienza a actuar de forma inusual durante la noche, es importante consultar con un veterinario.
Cómo mejorar la situación
Comprender por qué un gato actúa de esta manera puede ayudar a mejorar la convivencia. Establecer rutinas, jugar con ellos durante el día y asegurarse de que estén sanos son pasos clave. Así, no solo se mejora el descanso nocturno, sino que también se fortalece el lazo entre la mascota y su cuidador.