En los últimos años, varias ciudades de Colombia han implementado hospitales veterinarios públicos con el objetivo de brindar atención gratuita a animales en estado de abandono. Sin embargo, estos centros han enfrentado múltiples desafíos que ponen en duda su efectividad como solución a la problemática de los animales callejeros.
Uno de los principales problemas es la falta de presupuesto. Aunque estos hospitales nacen con la intención de ofrecer servicios veterinarios sin costo, la alta demanda y los recursos limitados hacen que la capacidad de atención sea insuficiente. En ciudades como Bogotá y Medellín, se han reportado largas filas de personas con sus mascotas esperando atención, mientras que muchos animales callejeros quedan fuera del sistema por falta de cupos.
Otro desafío es la falta de programas complementarios, como campañas masivas de esterilización y educación en tenencia responsable. Sin estos esfuerzos, los hospitales veterinarios se convierten en centros de atención temporal, sin atacar el problema de raíz.
A pesar de estas dificultades, las organizaciones animalistas insisten en que la expansión y fortalecimiento de estos hospitales es fundamental para mejorar la calidad de vida de los animales callejeros. La clave, según expertos, está en que estos centros no solo se enfoquen en la atención médica, sino también en la promoción de la adopción y la concienciación ciudadana.